En el planeta de los sentidos
Obra para público familiar para potenciar el respeto al medio ambiente y la solidaridad. Con música en directo.
Medidas mínimas de escenario: 5 m de embocadura por 4 m de fondo
Diseño de iluminación adaptable a las características del espacio
Un planeta un poco majareta donde, al parecer, tendrás que escoger...
Como decía El Principito “lo esencial es invisible a los ojos, sólo puede verse con el corazón”. La obra En el Planeta de los Sentidos pretende transmitir al público un mensaje de respeto al planeta en el que vivimos, y, al igual que el clásico de Antoine de Saint-Exupèry, de tolerancia y amor a los demás aunque sean diferentes.
A través de las peripecias de los habitantes de este planeta tan especial los niños y niñas, y también los mayores, aprenden que todos y cada uno de nosotros tiene dentro de sí mismo algo bueno que ofrecer. Y que eso que tenemos que ofrecer es aún mejor si se comparte con los demás.
En el Planeta de los Sentidos, gobernado por Naturaleza Con Sentido, hay dos habitantes muy especiales: Lechuguindo y Teatrininda, el cocinero y la bufona del planeta. Ambos dotan al planeta de frutas diversas y sentidos varios, que hacen que los habitantes del lugar crezcan sanos y felices.
En este planeta hay también una hechicera, llamada Tremebunda, que no sabe respetar la naturaleza y no es capaz de oler, ni saborear, ni tocar, ni oír, ni casi ver… y solo desea tener poder para adueñarse de todo el planeta. Para ello se propone casarse con Naturaleza, por lo que un buen día se dirige a su encuentro con ese propósito.
Naturaleza, muy preocupada por la conservación de la naturaleza y la preservación de los sentidos en los habitantes del planeta, rechaza a Tremebunda ignorando además su discapacidad sensorial.
Tremebunda, ofendida por el rechazo de Naturaleza, pretende vengarse de ella. Para ello, se disfraza de mensajera y se gana la confianza de Lechuguindo y Teatrininda, y, mintiendo, los convence de que Naturaleza prescindirá en breve de uno de ellos, puesto que en el planeta, supuestamente, no caben los dos. Al enfrentarse ambos, el planeta se vuelve más feo y, todos los habitantes dejarán, como la hechicera, de sentir. Así, ese año Lechuguindo y Teatrininda no acuden a la fiesta del Planeta de los Sentidos, lo que provoca que el planeta pierda su olor, los alimentos dejen de saber, todo pierda su color, y que los habitantes dejen de ver, oír o poder tocarse.
Solo cuando Lechuguindo y Teatrininda descubren que esa mensajera no era quien decía ser, sino la hechicera, se lo hacen saber a Naturaleza, y todos se dan cuenta de que en el mundo todo es necesario: las frutas y verduras representados por Lechuguindo, y los sentidos cultivados gracias a Teatrininda. Incluso la magia de la Hechicera Tremebunda.
Macarena Robledo
Reparto
Víctor Antona
Reparto
Pilar Molina
Reparto
Eduardo del Olmo
Reparto
Álvaro Molero
Reparto
José Ramón Arredondo
Reparto
Luis Seguí
Reparto
Borja Floü
Piano y rap
Beatriz Velilla
Dramaturgia y Dirección
Natxo F. Laguna
Audiovisual
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